¿Alguna vez les pasó de chicos (o incluso ahora) que compitiendo con su hermano o amigo en un juego cualquiera, de cualquier tipo, tras haber sido derrotado innumerables veces, experimentaron una furia y enojo creciente, que desembocó en una explosiva reacción, donde nos vimos revoleando el joystick por la habitación?
Generalmente se nos sermoneaba por ser malos perdedores, o «locos», y se le hechaba la culpa a la violencia de los juegos, no apto para niños, como si todos los videojuegos, dibujos animados y películas fueran aptos para todo público XD. Pero gracias a esta interesante nota encontrada en GeekoSystem, tengo una respuesta más racional y respaldada para la violenta reacción.
Según un estudio realizado por la Universidad de Gotemburgo, Suecia, los juegos más violentos inducen a la cooperación y anima a los jugadores a controlar su agresión. Los investigadores dieron con que en los juegos especialmente violentos y que demandan cooperatividad y concentración, la búsqueda de la victoria implica cooperación con sus compañeros en pos de matar al rival.
Pero lo interesante del estudio, es que los jugadores habilidosos y ganadores tienden a estar más calmos y a pensar más claramente, mientras que los de desempeño pobre tienden a reaccionar agresivamente, no solo por la falta de suceso, sino también porque otros no quieren jugar junto a ellos; allí es donde también se ve más del factor cooperativo y social.
En conclusión, reacciones violentas por parte de los jugadores fuera del plano virtual, no tienen su origen en juegos violentos. Y si nos ponemos a pensar de nuevo en la situación que les comenté antes, mientras nosotros nos encolerizábamos, nuestro rival vencedor permanecía calmo, concentrado, y pacífico y feliz. Tiene sentido ahora ¿No? XD.
Enlace | Science Daily